Decir que no hay verdades absolutas es contradictorio, es una afirmación que se niega a sí misma, significa que ella en sí misma no es absoluta. Sí hay verdades absolutas, esas verdades absolutas están en la Palabra de Dios. En ella encontramos la verdad acerca del hombre, de Dios, de la condición del ser humano ante Dios y su propósito y destino.