El corazón del hombre nace inclinado al mal y por ende siempre buscará la excusa perfecta para no creer, y relativizar todas las cosas por un tema de no querer buscar a Dios, ni creer que existe. Entonces, bajo este punto, creo sería interesante plantear algunas preguntas pero que lo lleve a nuestro terreno, recordando siempre que la única verdad es Jesucristo. Y que nos dejó Su palabra y a Su Espíritu Santo para poder ser guiados aun en esos momentos donde debemos ir en amor y humildad a aquellos que no le conocen.
Así como el testimonio de los apóstoles en su palabra, nos es tan necesario conocerle a través de esta y a su vez estar equipados con lo que la historia de la iglesia también nos ofrece, para dar un marco más amplio a nuestra defensa.
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