Actividad

I. Dios es el dador y el hombre su administrador

Actividad: Estudio de Caso Bíblico
  • Contenido bíblico: El estudiante analizará la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30), enfocándose en el rol del hombre como administrador de los recursos que Dios provee.
    • Aplicación práctica: Reflexionar sobre cómo aplicar esta enseñanza en su vida diaria, evaluando su propio manejo de los recursos que Dios le ha confiado.

II. Ten cuidado con la avaricia

Actividad: Reflexión Escritural
  • Contenido bíblico: El estudiante investigará sobre Lucas 12:15 (“Guardaos de toda avaricia…”) y Colosenses 3:5, analizando cómo la avaricia es una forma de idolatría.
    • Aplicación práctica: Reflexionar sobre sus propias actitudes hacia el dinero y las posesiones, identificando áreas donde podría haber señales de avaricia.

III. El remedio contra la avaricia

Actividad: Plan de Acción Personal
  • Contenido bíblico: Basado en Filipenses 4:11-13 y 1 Timoteo 6:6-8, el estudiante investigará cómo la piedad con contentamiento es el verdadero remedio bíblico contra la avaricia.
    • Aplicación práctica: Desarrollar un plan personal que incluya prácticas espirituales (como la gratitud y la oración) y acciones prácticas para cultivar el contentamiento en su vida.

IV. El ahorro y el manejo del presupuesto familiar

Actividad: Creación de un Presupuesto Familiar Bíblico
  • Contenido bíblico: El estudiante estudiará Proverbios 6:6-8 y 21:5, y analizará la sabiduría bíblica del ahorro y la diligencia en la planificación financiera.
    • Aplicación práctica: Diseñar un presupuesto familiar basado en principios bíblicos, teniendo en cuenta el ahorro, los gastos necesarios y la generosidad.

V. La generosidad del buen administrador

Actividad: Proyecto de Generosidad
  • Contenido bíblico: A partir de 2 Corintios 9:6-8, el estudiante analizará cómo la generosidad es una expresión tangible de la confianza en Dios y una responsabilidad de todo buen administrador.
    • Aplicación práctica: Desarrollar un proyecto concreto de generosidad, en el que el estudiante identifique una necesidad en su comunidad o iglesia y diseñe un plan para satisfacerla, involucrando sus propios recursos (tiempo, oración, dinero o habilidades).