Una perspectiva Bíblica del Sufrimiento Cristiano, según Job 42:1-6.
El sufrimiento es un asunto que debe ser objeto de estudio por parte de la iglesia en general y del cristiano individual. Esto se debe inicialmente a que es un tema regularmente palpable en la narrativa bíblica, una realidad común de la vida humana y por lo tanto, una realidad en la vida del cristiano. Este artículo pretende dar una perspectiva bíblica del sufrimiento partiendo de la narrativa de Job 42:1-6, con el fin de mirar las aplicaciones prácticas que el texto provee para el cristiano sufrido en un mundo caído. Antes de abordar Job 42:1-6, se observará el sufrimiento humano a la luz de la narrativa bíblica y de la realidad de la vida humana.
El sufrimiento en la narrativa bíblica y en la realidad de la vida humana
La narrativa bíblica, desde Génesis 3, enmarca las implicaciones del pecado tras la desobediencia de Adán y Eva. Esto se observa en las sentencias divinas descritas en los versos 15 al 19, que introducen el sufrimiento humano en el mundo caído. En este punto, es necesario destacar que el sufrimiento humano según Las Escrituras es el resultado del pecado y no un aspecto original de la vida en el Edén. Por lo tanto, el sufrimiento obedece a una realidad espiritual. Tal como Sanford, Allan y Bush cometan al decir que el pecado es la razón por la cual el mundo está “en un estado ruidoso, sujeto a males físicos y morales”. De esta manera, la narrativa bíblica desde Génesis en adelante da por sentado la existencia del sufrimiento humano como consecuencia del pecado, y presenta su mensaje redentor alrededor de él.
En cuanto al sufrimiento en la realidad de la vida humana, este es solo la expresión física y visible de la realidad del pecado en la humanidad. William Dryrnees hablando acerca del castigo del pecado argumenta que, “Finalmente, el castigo de Dios es la consecuencia segura del pecado. El elemento básico en el castigo, aunque también se pone de manifiesto en la soledad y el sufrimiento, es la separación de Dios”.
Así que, por un lado, la narrativa bíblica muestra el sufrimiento humano presentado su inicio, su causa y su difusión, y por otro, la realidad de la vida humana comprueba la veracidad de la narrativa bíblica. Es pues en este contexto que Job según la narración bíblica, enfrentó distintos niveles de adversidades y congojas en un determinado tiempo de su vida, encarnando así las vicisitudes a las cuales están sometidos los que transitan en un mundo caído.
El libro de Job como una narrativa de la soberanía divina
El sufrimiento de Job se encuentra narrado en el libro que lleva su nombre, el cual gira alrededor de un tema central al mostrar a Dios como soberano sobre toda la creación y los hombres (Job 1:6-12). Arthur Pink define la soberanía de Dios como el derecho que tiene de gobernar todo lo que ha creado conforme a su placer. En este mismo sentido, Wilhelmus A Brakel desarrolla la idea de que Dios ejecuta irresistiblemente su beneplácito, y por lo tanto, siempre cumple su voluntad. Es en este contexto temático que todo lo que respecta al sufrimiento de Job está supeditado a la soberanía divina y su administración.
Según el contexto del libro, se observa a Job aceptar su sufrimiento como parte de la soberanía divina en el capítulo 1 (Job 1:20-21). Sin embargo, la narrativa del sufrimiento de Job no finaliza en Job 1. Al contrario, el resto del libro, específicamente los capítulos del 2 al 37 presentan la extensión de dicho sufrimiento con un adicional relevante, a saber, el cuestionamiento de Job hacia la administración de la soberanía divina, a través de una secuencia casi ininterrumpida de cuestionamientos y reproches. Es entonces en este contexto narrativo, que los versos del 1 al 6 del capítulo 42 pasan a mostrar la perspectiva bíblica del sufrimiento cristiano a la luz de la experiencia del creyente Job.
Job 42:1-6 como una evidencia bíblica del sufrimiento cristiano
En cierta ocasión, Calvino disertando acerca del sufrimiento de Job escribe que, Job tenía un buen caso, defendido de manera pobre, a diferencia de sus amigos quienes tenían un caso pobre, pero bien defendido. Lo que hace la pluma de Calvino de manera muy llamativa en este comentario, es llamar la atención a la idea de que efectivamente el sufrimiento de Job no tenía causales pecaminosas, en el sentido de recibir un mal por concebir un mal previo. Job no había cometido pecado que justificara la intensificación de sus angustias, al contrario, el sufrimiento de Job es el producto del soberano designio divino, que según Romanos 8:28, opera para los propósitos divinos en la vida de los elegidos. En este sentido Calvino embellece el tema con un comentario contundente al decir que, “Dios siempre es justo, independiente de cómo pueda tratar a los hombres, no se debe oscurecer el modo invariable de su justicia al hecho de que los buenos, que ningún mal han hecho, sean afligidos con diversas adversidades”.
No obstante, para Job el asunto de la voluntad de Dios revelada aún no tenían estos acabados teológicos a los cuales Calvino llega. Al contrario, estas verdades estaban formándose en su interior a través del sufrimiento. Es ahí, donde los versos del 1 al 6 explotan en conclusiones elementales que Job declara al entender el porqué de su sufrimiento. Observando al menos 6 principios bíblicos con relación al sufrimiento cristiano:
1. El sufrimiento en la vida del creyente produce una declaración obligatoria, v.1-2 (Respondió Job a Jehová, y dijo: 2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. ): el sufrimiento en el cristiano, debe producir la aceptación de la voluntad divina, sea cual sea su administración, es voluntad divina. Por lo tanto, debe aceptarse con gratitud y sumisión. Esto es lo que Job hace en los versos 1 y 2, luego haber cuestionado la sabia administración de la soberanía divina.
2. El sufrimiento en la vida del creyente revela la finitud e incapacidad humana, v.3a (¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?): en este verso Job evoca las palabras que Dios utilizó para introducir su primer discurso (Job 38:2). Con esto, revela su ineptitud humana en tratar de descifrar los altos estándares del conocimiento divino. Así mismo, el cristiano sufrido no puede emprender el viaje de la búsqueda del porqué del sufrimiento.
3. El sufrimiento en la vida del creyente provoca un reconocimiento natural, v.3b (Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía): al Job ser expuesto a la revelación de Dios se produce en él un reconocimiento básico de la existencia humana, con relación a la inmensidad y perfección del ser de Dios y su obrar. No le queda otra opción más que reconocer su humanidad, su incapacidad y su finitud (Ecl.3:11). De la misma manera el salmista lo reconoce al exclamar en el Sl.119:71-72, “Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro y plata.” Dejando entonces la idea bíblica, de que el sufrimiento en la vida del cristiano revelará aspectos de Dios, de sus propósitos y de la humanidad que servirán para la edificación y santificación del creyente.
4. El sufrimiento en la vida del creyente motiva la declaración de una petición fundamental, v.4 (Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás): Job, al entender la ruina de su sabiduría, la finitud de su vida, la imperfección de sus acciones y el pecado de boca ruega al Señor soberano que le enseñe. El salmista ruega lo mismo al declarar en el Salmo 13:3, “Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío; Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte”. Salmos 11:107, “Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra”.
5. El sufrimiento en la vida del creyente construye una reacción lógica, v.5 (De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven): esta reacción de Job en particular es interesante cuando es comparada con la descripción de Job que se muestra a inicios del libro (Job1:1), un Job perfecto que en el versos 5 del capítulo 42 reconoce la escasez de su conocimiento divino. Por tanto, se extrae de este verso la verdad bíblica de que el sufrimiento brinda una perspectiva más profunda del ser de Dios. Pudiendo inferir, que el sufrimiento en la vida del cristiano es el colirio a través del cual la vista del cristiano se agudiza y esclarece, para apreciar con nitidez la belleza de soberanía divina.
6. El sufrimiento en la vida del creyente conduce a una resolución final, v.6 (Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza): por último, Job llega al principio de la exaltación, la humillación (Mateo 23:12). En el orden de lo que él debía hacer, este era el primer paso. Incluso, puede decirse que lo hizo (Job1:20-22,2:10). Sin embargo, la reacción del cristiano ante el sufrimiento experimentado en un mundo caído no es correcta cuando solo se modulan palabras piadosas, ni tampoco cuando se declaran de manera temporal. Al contario, el reconocimiento de la humanidad, del pecado, de la insuficiencia, de la necesidad continua de ser asistidos, debe ser en medio del sufrimiento, tanto el principio rector de la actitud ante un Dios soberano, como también la constante en la relación ante un Dios soberano. Tal como el apóstol Pedro lo expresa, “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:6-7).
Conclusión
El sufrimiento en la vida del cristiano es una de las expresiones de la soberanía de Dios (Dn. 4:35-17). Estas pueden venir al escenario de la vida cristiana como un resultado del pecado o simplemente como una actividad más de la administración de la soberanía divina. El creyente, por lo tanto, debe aceptar la voluntad soberana de Dios en el sufrimiento sin cuestionar sus métodos, respondiendo de manera correcta ante él. Así como Job es llevado a través del camino del sufrimiento para experimentar un conocimiento mayor de su Dios, una comprensión más vergonzosa de su humanidad, y una esperanza mucho más intensa a la luz de los planes soberanos de Dios. De manera que, el sufrimiento en el cristiano se erige como un momento de bendición, donde Dios refleja los sellos de su fidelidad, amor, y santidad. Ante tal perspectiva del sufrimiento según Job 42:1-6, el creyente debe encontrar su satisfacción en el , tal como el libro de Hebreos lo enseña, al decir que, “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11).
¡Bendito sufrimiento!
Bibliografía
De Calviní Opera, Corpus Reformatorum, XXXIII, sermón 1 en Sermones sobre Job, Iglesia Reformada, http://www.iglesiareformada.com/Calvino_Job_1.html, 29 de mayo del 2019.
Dryrnees, William. Temas de la Teología del Antiguo Testamento. Miami: Editorial Vida, 1989.
Familias en Duelo, Thomas Brooks, Elioth Raphael, 2020, https://familiasenduelo.org/wp-content/uploads/2020/04/devocionales-resplandor-en-el-d%C3%ADa-de-la-angustia.pdf.
Pink, Arthur W. La Soberanía de Dios (Medellín: Chapel Library, 2018), 22.
Sanford Lasor, William, Hubba, David Allan y Bush, Frederic William. Panorama del Antiguo Testamento. Grand Rapids: Libros desafío ,1995.
Wilhelmus A Brakel, ed., El Servicio Razonable del Cristiano. Perú: Teología para Vivir, 2020.
Es casado, egresado del Seminario Reformado Latinoamericano. También, encargado de la Gestión y Asistencia Académica del Seminario Reformado Latinoamericano en su Modalidad Virtual. Candidato al ministerio pastoral de la Iglesia Bautista Reformada “Gracia Eterna” (Pto. Ordaz - Venezuela). Además, Trabaja en la plantación de Iglesias Bautista Reformadas en el oriente y sur oriente venezolano.
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