Debemos defender nuestra fe con la verdad, con la palabra, conocer la palabra de Dios para tener conocimiento y orar para que el Señor todopoderoso nos de sabiduría y palabras para defender nuestra fe. Es importante ser firmes y directos pero también ser respetuosos cuando hablamos o debatimos sobre nuestra fe cristiana. Debemos recordar que todo es para la gloria de Dios y que debemos guardar nuestro testimonio en todo momento, por ende hay que tener cuidado con las palabras que salen de nuestra boca para no decir cosas que no están bien y principalmente cuidar nuestro enojo porque conozco personas que al debatir sobre la fe se enojan y dicen cosas fuera de lugar hiriendo a la otra persona y dejando un sabor amargo y no plantando esa semilla de interés por conocer a Cristo, si no, generando rechazo.
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