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La Doctrina de la Unión con Cristo según Romanos 6:1-14 como Fundamento para la Santificación del Creyente

La doctrina de la unión con Cristo suele experimentar lo mismo que la doctrina de la trinidad, ya que ambos grupos de palabras no se encuentran en la Escritura de manera explícita como lo sería la justificación, una doctrina que es descrita como tal en la Biblia. Sin embargo, esta doctrina de la unión con Cristo se puede observar a los largo del Nuevo Testamento, y el desconocimiento de ella podría traer una vida tortuosa para el creyente, como el conocimiento de ella gran aliento para el alma que anhela victoria sobre el pecado y la tentación. A través de este estudio académico se presentará la doctrina de la unión con Cristo a la luz de la Epístola de Pablo a los Romanos 6:1-14, y cómo el apóstol Pablo la presenta como el fundamento para la santificación del creyente. Este trabajo es pertinente para la comprensión de la vida cristiana no como un estilo de vida que viene por un acto de fe en Jesús, sino como un hecho real que une al creyente del cielo a la tierra por los méritos de Cristo y el pacto de Dios para con el hombre a través de su Hijo. Lo anterior, ayudará a comprender al lector cristiano a que su vida está unida a Cristo, como si un hilo irrompible lo sostuviera cada día mientras camina como peregrino en este mundo.

La doctrina de la unión con Cristo

Antes de observar la doctrina de la unión con Cristo en la Epístola de Pablo a los Romanos, es importante notar cómo fue comprendida por algunos teólogos en el pasado y su relación en la Escritura. Cuando alguien se acerca a las epístolas de Pablo en el Nuevo Testamento, podrá notar el uso constante de una preposición en las cartas del apóstol, esta es ‘en Cristo’, de la cual Albert Martin expresa que se encuentra 150 veces solamente en las cartas de Pablo. Aunque hay otras preposiciones más en la Escritura que afirman lo mismo, de la anterior se puede afirmar que el creyente está unido a Cristo de manera real.

Sin embargo, la definición de la unión con Cristo se puede observar mejor en cómo se encuentra unido el creyente a su Señor. Sobre esto, Joel Beeke afirma que, los teólogos reformados de la Gran Bretaña del siglo XVII plantearon la unión con Cristo de manera triple, primero como una unión inmanente que se refiere a ser elegido en Cristo desde antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4), segundo, como una unión transitoria que se refiere a la unión de los creyentes con Cristo en su muerte y resurrección (Rom. 6:3-11), y tercero, como una unión aplicatoria que se refiere a la experiencia de la unión con Cristo en el hoy.

Esta unión con Cristo, según lo anterior, no es la simple afirmación nominal de tener un vínculo con el autor de la salvación, sino que va mucho más allá llevando grandes implicaciones experienciales para vida del creyente. Como lo expresa Juan Calvino, citado por Joel Beeke, mientras Cristo esté fuera de nosotros y estemos separados de Él, todo lo que Él sufrió e hizo para la salvación de la raza humana es inútil y sin valor para nosotros.3 En otras palabras, la salvación está intrínsecamente vinculada con la unión con Cristo, porque sin ella no habría salvación real para el hombre.

En resumen, esta doctrina afirma que el pueblo que Dios Padre ha escogido desde antes de la fundación del mundo, en lo que algunos llaman el pacto de redención, ha sido unido a Cristo, de tal manera que nada los podrá separar de la seguridad de salvación que Dios les ha otorgado en gracia. Y esta unión es la base para la salvación que reciben todos aquellos que depositan su fe en Jesucristo.

La doctrina de unión con Cristo según la Epístola a los Romanos 6:1-14

El apóstol Pablo, luego de argumentar ampliamente en los primeros tres capítulos cómo el hombre se encuentra muerto en sus delitos y pecados, sea judío o gentil, pasa a desarrollar que Dios no los ha dejado a su perdición, sino que ha manifestado su justicia en Cristo, y a través de los siguientes capítulos aborda la justificación por fe desde antes de la ley. Luego, a partir del capítulo seis desarrolla la santificación hasta el capítulo ocho. Pero es notable ver cómo empieza a tratar el tema de la santificación en el evangelio en este capítulo seis, ya que da la base de esta doctrina a la unión con Cristo.

Al examinar el texto de Romanos 6:1-14, se puede observar que los versos 1 al 2 tratan un llamado particular a la santidad del creyente, los versos 3 al 4 evidencian la unión del creyente con Cristo en su muerte, los versos 5 al 10 demuestran la unión del creyente con Cristo en su resurrección, el verso 11 es la conclusión lógica-práctica de esa unión, y los versos 12 al 14 son una exhortación a no andar en pecado en respuesta a ese llamado a la santidad que hizo al inicio del capítulo. Y en la lectura de estos pasajes se pueden notar repetitivas preposiciones del creyente con Cristo: Rom. 6:3 ‘en Cristo’, Rom. 6:4 ‘con él (Cristo)’, Rom. 6:5 ‘con él’ (Cristo), Rom. 6:6 ‘con él’ (Cristo), Rom. 6:8 ‘con Cristo’, Rom. 6:11 ‘en Cristo Jesús’.

Como se ha mencionado antes, su gran tema en este capítulo es la santificación del creyente, y comienza con una pregunta retórica relacionado con el capítulo anterior: ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?, y su respuesta, a pesar de no necesitarlo es enfática: En ninguna manera. Y lo que desarrolla en adelante es la unión con Cristo como el fundamento para la santificación del creyente, ya que expresa que el creyente está unido a Cristo en su muerte y resurrección, por ende, ha muerto al pecado mismo en Cristo y ha resucitado para vivir en libertad y ser un siervo de la justicia. Ante lo anterior, el reconocido teólogo Karl Barth, parece no estar muy de acuerdo, ya que no utiliza el término unión con Cristo en su comentario a los Romanos, sino que lo ve como una analogía meramente. Y pareciera en su comentario a todo este capítulo como si el creyente fuese un observador externo de lo que Dios ha hecho, más no como alguien unido que pueda considerarse muerto en Cristo mismo y resucitado en Cristo mismo. Pero el lenguaje del pasaje es muy claro, ya que denota la relación interdependiente entre el creyente y Cristo, en el sentido de que su vida está ligada a Él y viceversa, como lo afirma en Colosenses 3:3 y Romanos 8:10.

Los puntos que el apóstol Pablo plasma para evidenciar esta doctrina son dos: la muerte y la resurrección de Cristo; y los asocia como elementos que son representados en el bautismo en agua. Como lo expresa Douglas Moo, el apóstol usa estos dos elementos para evidenciar que el creyente no solo participa en la muerte de Cristo para morir al pecado, sino también en su resurrección para vivir una vida nueva.6 La estructura de los versos 1 al 14 es curiosa, Pablo hace la pregunta al inicio de si el creyente debería abundar en el pecado para que la gracia abunde, y responde que no argumentando que el creyente está unido a Cristo en su muerte y resurrección, y así como ha habido un cambio decisivo en la vida de Cristo, el creyente también ha experimentado el mismo cambio para ahora ser alguien que no vive en el pecado. El poder del argumento de Pablo no tiene quiebre, ya que no es una simple analogía que el lector mira de manera externa, sino que lo experimenta y lo vive en su vida diaria como un elemento que lo impulsa ahora a vivir en santidad.

Conclusión

Como se ha podido evidenciar, la doctrina de la unión con Cristo, aunque poco conocida, es ampliamente abordada en el Nuevo Testamento. Y de manera particular, se puede observar esta misma en la Epístolas a los Romanos 6:1-14, donde Pablo aborda la unión transitoria con Cristo en su muerte y resurrección, como el fundamento para la santificación del creyente vista en el bautismo. Efectivamente, el creyente tiene un propulsor, por decirlo así, para vivir en santidad, ya que solo basta ver la obra de Cristo y saber que su vida está ligada a él y la seguridad para caminar en este mundo, aunque caiga muchas veces, su unión es inquebrantable, ya que lo que Dios unió no lo puede separar nadie.

Bibliografía

Beeke, Joel R. y Mark Jones. Una teología puritana. Medellín, Colombia: Poiema, 2021.

Martin, A.N. La unión con Cristo. NC, Graham: Publicaciones Faro de Gracia, 2020. Everand.

Barth, Karl. Carta a los Romanos. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1998.

Moo, Douglas J. Comentario Bíblico con Aplicación NVI: Romanos. Miami: Editorial Vida, 2011

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